Cagadillas (y ñoñeces) de primeriza – I parte

Con el paso del tiempo he desarrollado una capacidad muy curiosa: descubrir quién pertenece a nuestra secta de madres primerizas. Incluso en ocasiones me cruzo alguna mirada cómplice con alguna de estas “miembras”, sobre todo si la susodicha o yo misma está incurriendo en alguna cagada típica de nuestra subespecie. ¿Quieren que les ayude a identificarlas? Pues ahí va un decálogo que les ayudará:

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Tráfico de bolsas

Desde que me quedé embarazada ando metida en un incesante tráfico de bolsas. Todo legal, eso sí. Todo empezó cuando Michela (italiana, dos hijos) me dio una enorme bolsa de deporte con ropa de embarazada: “No me la devuelvas, que no la quiero volver a ver”, me dijo. Me sorprendió esta frase tan radical, pero ahora la entiendo perfectamente. Una vez que salen de tu casa y has ganado espacio ya no quieres que vuelvan. Tras separar lo que me valía de lo que no, di las prendas más pequeñas a Laura, mi compi del blog, embarazada en aquel momento.
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