Dos semanas después del inicio de Olivia en su etapa escolar puedo decir con orgullo y satisfacción que el periodo de adaptación ha sido superado. Esta semana es la primera vez que ya se queda todo el horario completo (hasta las 3 y media de la tarde, que voy a buscarla) y sin rechistar. Os confieso que el lunes casi se me saltan las lágrimas al ver cómo corría loca de contenta hacia mí cuando me vio en la puerta.
Os cuento cómo ha sido su evolución.